Identificación de hogares vulnerables a partir del concepto pobreza energética. Indicador y modelo de evaluación
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Advisor
Date
2018Subject/s
Abstract
oder identificar aquellos hogares en una situación de vulnerabilidad, entendida como aquella situación determinada por factores físicos, sociales, económicos, ambientales, y de confort que podría aumentar el riesgo de padecer problemas de salud y bienestar social, es la principal barrera para abordar la problemática social definida como pobreza energética. La gran variedad de factores que influyen en el funcionamiento de un hogar muestra la dificultad encontrada actualmente para determinar de forma clara una situación de vulnerabilidad. La investigación parte del análisis de los diferentes indicadores de pobreza energética existentes, en un ámbito nacional e internacional, y su relación al sector residencial, justificando sus debilidades y fortalezas a la hora de evaluar una situación de pobreza energética. Dicho análisis permite elaborar un modelo de evaluación de hogares vulnerables, a partir del cual definir un novedoso indicador de aplicación internacional, el Índice de Hogares Vulnerables (IHV), que analiza una situación más allá de la pobreza energética. El IHV unifica diferentes indicadores utilizados hasta el momento con el uso de sus tres variables: monetaria, energética y confort térmico. La variable monetaria analiza la vulnerabilidad en relación a los ingresos netos disponibles para afrontar el día a día, la variable energética relaciona las características constructivas de la vivienda, y el confort térmico evalúa la temperatura interior de la vivienda y su percepción por los inquilinos. La combinación de los diferentes valores resultantes y su relación a la calidad de vida de los inquilinos permite establecer niveles de vulnerabilidad del hogar. Como resultado, se obtiene un indicador multidimensional que incluye el aspecto técnico (características de la vivienda) y el aspecto social (calidad de vida de los inquilinos). El uso de este indicador permitirá evaluar un hogar, sea o no identificado en una situación de pobreza energética, identificando qué variable requiere una mayor atención: económica, energética o de confort térmico. Dicho análisis hace posible incluir la viabilidad económica y técnica de una rehabilitación energética, junto a la reducción de la situación de vulnerabilidad de un hogar.
oder identificar aquellos hogares en una situación de vulnerabilidad, entendida como aquella situación determinada por factores físicos, sociales, económicos, ambientales, y de confort que podría aumentar el riesgo de padecer problemas de salud y bienestar social, es la principal barrera para abordar la problemática social definida como pobreza energética. La gran variedad de factores que influyen en el funcionamiento de un hogar muestra la dificultad encontrada actualmente para determinar de forma clara una situación de vulnerabilidad. La investigación parte del análisis de los diferentes indicadores de pobreza energética existentes, en un ámbito nacional e internacional, y su relación al sector residencial, justificando sus debilidades y fortalezas a la hora de evaluar una situación de pobreza energética. Dicho análisis permite elaborar un modelo de evaluación de hogares vulnerables, a partir del cual definir un novedoso indicador de aplicación internacional, el Índice de Hogares Vulnerables (IHV), que analiza una situación más allá de la pobreza energética. El IHV unifica diferentes indicadores utilizados hasta el momento con el uso de sus tres variables: monetaria, energética y confort térmico. La variable monetaria analiza la vulnerabilidad en relación a los ingresos netos disponibles para afrontar el día a día, la variable energética relaciona las características constructivas de la vivienda, y el confort térmico evalúa la temperatura interior de la vivienda y su percepción por los inquilinos. La combinación de los diferentes valores resultantes y su relación a la calidad de vida de los inquilinos permite establecer niveles de vulnerabilidad del hogar. Como resultado, se obtiene un indicador multidimensional que incluye el aspecto técnico (características de la vivienda) y el aspecto social (calidad de vida de los inquilinos). El uso de este indicador permitirá evaluar un hogar, sea o no identificado en una situación de pobreza energética, identificando qué variable requiere una mayor atención: económica, energética o de confort térmico. Dicho análisis hace posible incluir la viabilidad económica y técnica de una rehabilitación energética, junto a la reducción de la situación de vulnerabilidad de un hogar.