El proceso de ejecución. Estado actual
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Date
1997Subject/s
Unesco Subject/s
Abstract
Es muy dificil establecer un estado del conocimiento actual sobre la realidad tan compleja y amplia que da lugar a todo el abanico de actividades que constituyen el hecho edificatorio en nuestros días. Es también muy arriesgado, dadas las condiciones de toda índole que intervienen en la ejecución material de una construcción como son, los presupuestos, los plazos, los materiales, los parámetros de calidad, etc. establecer una frontera que de forma inequívoca nos separe lo aceptable de lo discutible, cuando tantas veces influyen criterios que son total y básicamente subjetivos, en obediencia a circunstancias como las referidas y a otras mucho menos tangibles como pueden ser, la estética, la funcionalidad e incluso, la tradición puramente costumbrista en el tratamiento y puesta en obra de un material determinado y su consiguiente proceso de ejecución. Si bien es cierto que como "Proceso de Ejecución" podemos considerar todas aquella actividades que de hecho nos conducen a la realización material de una obra no sería demasiado arriesgado poner de manifiesto que esa realidad llega a ser tangible gracias a la intervención ineludible y coordinada de tres agentes fundamentales como son: (el) Propietario - (la) Dirección - (el) Constructor, correspondiendo a cada uno de ellos una parte de la responsabilidad en el conjunto del proceso. El Propietario por su parte, no es un agente tan pasivo como puede aparecer a los ojos del profano. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado en el desarrollo de nuestro trabajo con la influencia de una especulación desmedida que ha conducido a la variación de volúmenes y espacios, de usos y servicios, que por fin termina afectando a materiales y calidades, aunque todo ello hubiese quedado muy acertadamente definido en el Proyecto y su Memoria?
Es muy dificil establecer un estado del conocimiento actual sobre la realidad tan compleja y amplia que da lugar a todo el abanico de actividades que constituyen el hecho edificatorio en nuestros días. Es también muy arriesgado, dadas las condiciones de toda índole que intervienen en la ejecución material de una construcción como son, los presupuestos, los plazos, los materiales, los parámetros de calidad, etc. establecer una frontera que de forma inequívoca nos separe lo aceptable de lo discutible, cuando tantas veces influyen criterios que son total y básicamente subjetivos, en obediencia a circunstancias como las referidas y a otras mucho menos tangibles como pueden ser, la estética, la funcionalidad e incluso, la tradición puramente costumbrista en el tratamiento y puesta en obra de un material determinado y su consiguiente proceso de ejecución. Si bien es cierto que como "Proceso de Ejecución" podemos considerar todas aquella actividades que de hecho nos conducen a la realización material de una obra no sería demasiado arriesgado poner de manifiesto que esa realidad llega a ser tangible gracias a la intervención ineludible y coordinada de tres agentes fundamentales como son: (el) Propietario - (la) Dirección - (el) Constructor, correspondiendo a cada uno de ellos una parte de la responsabilidad en el conjunto del proceso. El Propietario por su parte, no es un agente tan pasivo como puede aparecer a los ojos del profano. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado en el desarrollo de nuestro trabajo con la influencia de una especulación desmedida que ha conducido a la variación de volúmenes y espacios, de usos y servicios, que por fin termina afectando a materiales y calidades, aunque todo ello hubiese quedado muy acertadamente definido en el Proyecto y su Memoria?