Mantenimiento del Real Alcázar de Sevilla
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Date
2003Subject/s
Unesco Subject/s
3303.13 Tecnología de la Conservación
3310.04 Ingeniería de Mantenimiento
Abstract
A menudo, es fácil encontrar utilizados indistintamente los términos conservación y mantenimiento para todos aquellos trabajos dirigidos al entretenimiento de los edificios y que si bien pueden tener significados semejantes, desde un punto de vista actual existen diferencias que creemos necesario comentar: Conservación define el conjunto de acciones (políticas, legales, económicas y técnicas como restauración, rehabilitación y mantenimiento) que pretenden prolongar la vida del edificio, mientras que mantenimiento, a nuestro entender, es el conjunto de operaciones dedicadas a sostener la capacidad del edificio a través de trabajos menores pero continuos. Un concepto que incluye todas aquellas obras y actividades necesarias para tal fin, siendo fundamental que se tenga en cuenta desde la concepción, es decir en el diseño, durante la ejecución y la puesta en marcha, y por supuesto a lo largo de la utilización del edificio. Reconozcamos, asimismo, que para el buen mantenimiento de los edificios nos enfrentamos con un proceso de transformación importante: las nuevas técnicas se desarrollan rápidamente, los materiales resultan más complejos, la mano de obra más especializada y los métodos más científicos, En consecuencia, el mantenimiento resulta ser una ciencia compleja que utiliza métodos modernos de gestión y que exige una gran competencia técnica. De igual forma tenemos que considerar otro aspecto de no menos importancia como es el de la seguridad, aplicada a la protección de las personas, de los inmuebles y de sus insta4aciones, y también del entorno. Con relación al Real Alcázar conviene recordar que nos encontramos ante un conjunto monumental que está considerado como el primer edificio civil de la ciudad de Sevilla y constituye, sin duda alguna, uno de los monumentos más denso y complejo en volúmenes, cronología y funcionalidad conocido. Históricamente ha sido la sede de los dignatarios y príncipes musulmanes de la Sevilla islámica y desde 1 248 hasta nuestros días corte de los reyes castellanos y después españoles en la ciudad hispalense. Tanto en los periodos islámicos como en los cristianos cada época le ha ido marcando su huella, en forma arquitectónica o paisajística, y así el perfil y aspecto que nos ofrece hoy es el resultado de una serie de construcciones y destrucciones efectuadas a través de la historia, en consecuencia, síntesis de la ciudad de Sevilla.
A menudo, es fácil encontrar utilizados indistintamente los términos conservación y mantenimiento para todos aquellos trabajos dirigidos al entretenimiento de los edificios y que si bien pueden tener significados semejantes, desde un punto de vista actual existen diferencias que creemos necesario comentar: Conservación define el conjunto de acciones (políticas, legales, económicas y técnicas como restauración, rehabilitación y mantenimiento) que pretenden prolongar la vida del edificio, mientras que mantenimiento, a nuestro entender, es el conjunto de operaciones dedicadas a sostener la capacidad del edificio a través de trabajos menores pero continuos. Un concepto que incluye todas aquellas obras y actividades necesarias para tal fin, siendo fundamental que se tenga en cuenta desde la concepción, es decir en el diseño, durante la ejecución y la puesta en marcha, y por supuesto a lo largo de la utilización del edificio. Reconozcamos, asimismo, que para el buen mantenimiento de los edificios nos enfrentamos con un proceso de transformación importante: las nuevas técnicas se desarrollan rápidamente, los materiales resultan más complejos, la mano de obra más especializada y los métodos más científicos, En consecuencia, el mantenimiento resulta ser una ciencia compleja que utiliza métodos modernos de gestión y que exige una gran competencia técnica. De igual forma tenemos que considerar otro aspecto de no menos importancia como es el de la seguridad, aplicada a la protección de las personas, de los inmuebles y de sus insta4aciones, y también del entorno. Con relación al Real Alcázar conviene recordar que nos encontramos ante un conjunto monumental que está considerado como el primer edificio civil de la ciudad de Sevilla y constituye, sin duda alguna, uno de los monumentos más denso y complejo en volúmenes, cronología y funcionalidad conocido. Históricamente ha sido la sede de los dignatarios y príncipes musulmanes de la Sevilla islámica y desde 1 248 hasta nuestros días corte de los reyes castellanos y después españoles en la ciudad hispalense. Tanto en los periodos islámicos como en los cristianos cada época le ha ido marcando su huella, en forma arquitectónica o paisajística, y así el perfil y aspecto que nos ofrece hoy es el resultado de una serie de construcciones y destrucciones efectuadas a través de la historia, en consecuencia, síntesis de la ciudad de Sevilla.