Nuevas propuestas y forma de entender la ordenación del territorio y el urbanismo en Andalucía. El Proyecto de Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA)
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2021-06Subject/s
Abstract
LISTA y el desarrollo territorial y urbano sostenible. No es necesario incidir en los cambios de ciclo económicos que se han vivido en estos años. La crisis financiera del 2008 y sus consecuencias, puso en jaque todo el modelo de crecimiento urbano y de ocupación del suelo, claramente expansivo, auspiciado como panacea desde la Ley Estatal de 19984. Y todavía queda por ver cuáles van a ser los efectos económicos de la pandemia provocada por el COVID, y cómo va a incidir en el sector inmobiliario después de la trascendencia que ya está teniendo en sectores claves de la economía, como son la actividad turística y hostelera. Pero no es sólo un problema de ciclos, condicionados por la economía y sus cambios de modelo, forzados por aspectos aparentemente imprevisibles. Ya desde la primera década del siglo se vislumbra un cambio radical del modelo de crecimiento, espoleado por el peligro que supone el cambio climático y la dilapidación de recursos naturales para la estabilidad e incluso para la supervivencia del planeta. Conceptos como desarrollo sostenible, resiliencia ante las catástrofes naturales o sanitarias, y la necesidad de asegurar la eficiencia en desarrollo urbano, así como la necesidad de asegurar ciudades seguras y accesibles para todos, además de energéticamente viables, sin derrochar recursos de forma innecesaria, han irrumpido de forma absoluta en el panorama de las acciones vinculadas a la regulación de la ordenación del territorio y la Ciudad. Las Agendas Urbanas son un ejemplo claro de esta tendencia, de tal forma que sus objetivos y metas están siendo incluidos en los distintos niveles de regulación normativa.
LISTA y el desarrollo territorial y urbano sostenible. No es necesario incidir en los cambios de ciclo económicos que se han vivido en estos años. La crisis financiera del 2008 y sus consecuencias, puso en jaque todo el modelo de crecimiento urbano y de ocupación del suelo, claramente expansivo, auspiciado como panacea desde la Ley Estatal de 19984. Y todavía queda por ver cuáles van a ser los efectos económicos de la pandemia provocada por el COVID, y cómo va a incidir en el sector inmobiliario después de la trascendencia que ya está teniendo en sectores claves de la economía, como son la actividad turística y hostelera. Pero no es sólo un problema de ciclos, condicionados por la economía y sus cambios de modelo, forzados por aspectos aparentemente imprevisibles. Ya desde la primera década del siglo se vislumbra un cambio radical del modelo de crecimiento, espoleado por el peligro que supone el cambio climático y la dilapidación de recursos naturales para la estabilidad e incluso para la supervivencia del planeta. Conceptos como desarrollo sostenible, resiliencia ante las catástrofes naturales o sanitarias, y la necesidad de asegurar la eficiencia en desarrollo urbano, así como la necesidad de asegurar ciudades seguras y accesibles para todos, además de energéticamente viables, sin derrochar recursos de forma innecesaria, han irrumpido de forma absoluta en el panorama de las acciones vinculadas a la regulación de la ordenación del territorio y la Ciudad. Las Agendas Urbanas son un ejemplo claro de esta tendencia, de tal forma que sus objetivos y metas están siendo incluidos en los distintos niveles de regulación normativa.