Control de temperatura y humedad e importancia de la ventilación para mejorar el ambiente interior en proyectos de rehabilitación
Metadata
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Date
2022-05Subject/s
Unesco Subject/s
Abstract
En la actualidad, el ámbito de la rehabilitación persigue una mejora caracterizada por la sostenibilidad y por asegurar un ambiente interior saludable. La situación de partida posee cierta dificultad puesto que se deben tener en cuenta las deficiencias energéticas del parque inmobiliario, los marcos europeos y objetivos climáticos y energéticos, así como los requisitos mínimos en cuanto a salud para garantizar el bienestar de los usuarios en los espacios interiores. El confort térmico y la calidad de aire interior son dos aspectos a tener en consideración a la hora de diseñar los espacios interiores, ya que dependen de diversas variables ambientales, de factores personales y de agentes que pueden ser dañinos para el ser humano. Estos dos amplios conceptos se relacionan directamente con la ventilación, pues una mala renovación de aire puede alterar la temperatura y provocar molestias, generar humedades, con ellas los mohos y ácaros, entre otros, y desencadenar problemas respiratorios. Cierto es que, ante el mismo factor de riesgo, no todas las personas reaccionan igual, pero una mala calidad de aire interior y un malestar térmico suelen acarrear síntomas como: cefaleas, irritación de ojos y garganta, congestión nasal, alergias. Además, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias además de artritis, reumatismo, ansiedad, estrés o depresión. Una de las medidas que se pueden emplear para minimizar este tipo de situaciones en la rehabilitación, y en la construcción nueva en general, es la de vigilar las variables ambientales a través del diseño, de la estrategia de la ventilación y de las instalaciones, con un control de su mantenimiento y de la monitorización. En consecuencia, en este trabajo se muestran herramientas, incluidos los certificados de edificios como la certificación WELL, que sirven para implantar las ideas de sostenibilidad en los procesos de diseño y construcción y para exponer los puntos clave a la hora de mitigar las situaciones de incomodidad y de contaminación interior. Desde el ámbito de la construcción y la rehabilitación, y desde una vía sostenible, se le puede dar a la salud del ser humano la importancia que se merece.
En la actualidad, el ámbito de la rehabilitación persigue una mejora caracterizada por la sostenibilidad y por asegurar un ambiente interior saludable. La situación de partida posee cierta dificultad puesto que se deben tener en cuenta las deficiencias energéticas del parque inmobiliario, los marcos europeos y objetivos climáticos y energéticos, así como los requisitos mínimos en cuanto a salud para garantizar el bienestar de los usuarios en los espacios interiores. El confort térmico y la calidad de aire interior son dos aspectos a tener en consideración a la hora de diseñar los espacios interiores, ya que dependen de diversas variables ambientales, de factores personales y de agentes que pueden ser dañinos para el ser humano. Estos dos amplios conceptos se relacionan directamente con la ventilación, pues una mala renovación de aire puede alterar la temperatura y provocar molestias, generar humedades, con ellas los mohos y ácaros, entre otros, y desencadenar problemas respiratorios. Cierto es que, ante el mismo factor de riesgo, no todas las personas reaccionan igual, pero una mala calidad de aire interior y un malestar térmico suelen acarrear síntomas como: cefaleas, irritación de ojos y garganta, congestión nasal, alergias. Además, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias además de artritis, reumatismo, ansiedad, estrés o depresión. Una de las medidas que se pueden emplear para minimizar este tipo de situaciones en la rehabilitación, y en la construcción nueva en general, es la de vigilar las variables ambientales a través del diseño, de la estrategia de la ventilación y de las instalaciones, con un control de su mantenimiento y de la monitorización. En consecuencia, en este trabajo se muestran herramientas, incluidos los certificados de edificios como la certificación WELL, que sirven para implantar las ideas de sostenibilidad en los procesos de diseño y construcción y para exponer los puntos clave a la hora de mitigar las situaciones de incomodidad y de contaminación interior. Desde el ámbito de la construcción y la rehabilitación, y desde una vía sostenible, se le puede dar a la salud del ser humano la importancia que se merece.