Hermeticidad al aire y salud: una aproximación práctica
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Date
2022-05Subject/s
Unesco Subject/s
1203.06 Sistemas Automatizados de Control de Calidad
Abstract
Las exigencias normativas apuntan de forma clara hacia el diseño y ejecución de viviendas de consumo casi nulo o de alta eficiencia energética. Entre las estrategias a tener en cuenta para conseguir este objetivo está el control de las infiltraciones de aire no deseadas. A través de una mejora substancial de la hermeticidad al aire de la envolvente podemos conseguir reducciones significativas de la demanda energética. Sin embargo, estas estrategias deben ir acompañadas de otras medidas complementarias para evitar los efectos no deseados de la reducción de las renovaciones de aire. Sobre todo, en el marco de las rehabilitaciones energéticas. Los efectos negativos derivados de estas intervenciones son condensaciones, moho, mala calidad del aire interior (niveles elevados de CO2, alta humedad) que afectan de forma clara a la salud de las personas (infecciones respiratorias, asma, dolor de cabeza, cansancio,). Para el estudio de esta problemática se ha analizado la influencia de la mejora de la hermeticidad de la envolvente y su relación con el nivel de CO2 en una vivienda de una planta entre medianeras sin sistema de ventilación mecánico a excepción de los extractores de accionamiento manual en baños y cocina. Se ha mejorado la hermeticidad del caso de estudio mediante el sellado de los conductos de ventilación o extracción, burletes o cintas para las carpinterías exteriores. Midiendo posteriormente los niveles resultantes de hermeticidad con el test Blowerdoor (UNE-EN ISO 9972:2019). Así como la monitorización de la calidad del aire interior: temperatura, humedad, CO2 en esas condiciones de mejora. Junto con el seguimiento de las pautas de comportamiento de los usuarios para establecer posibles relaciones entre los parámetros medidos y los patrones de comportamiento. Estos valores se han comparado con las mismas mediciones (test Blowerdoor y monitorización calidad del aire) antes del sellado de las penetraciones de la envolvente o de los huecos existentes. Como herramientas auxiliares se ha utilizado generadores de humo, anemómetro de hilo caliente y inspección termográfica para la localización de las infiltraciones. Esta última nos ha permitido protocolizar un sistema sencillo para la estimación del factor de temperatura superficial interior. Los resultados más relevantes demuestran la relación directa entre la hermeticidad de la envolvente y la calidad del aire. Así como la aparición de patologías derivadas de la insuficiente renovación del aire interior: condensaciones y formación de moho en zonas frías de los paramentos exteriores. Los resultados de este estudio reafirman la necesidad de afrontar la rehabilitación energética de los edificios desde un punto de vista holístico. Teniendo en cuenta que la reducción de las renovaciones incontroladas de aire debe ir acompañadas de sistemas que aseguren la ventilación de las viviendas de forma automática y sin dependencia del comportamiento del usuario. El grado de hermeticidad influye de forma clara en la calidad del aire interior, la salubridad y confort. La alta hermeticidad debería concebirse con sistemas de ventilación mecánica controlada con recuperador de calor.
Las exigencias normativas apuntan de forma clara hacia el diseño y ejecución de viviendas de consumo casi nulo o de alta eficiencia energética. Entre las estrategias a tener en cuenta para conseguir este objetivo está el control de las infiltraciones de aire no deseadas. A través de una mejora substancial de la hermeticidad al aire de la envolvente podemos conseguir reducciones significativas de la demanda energética. Sin embargo, estas estrategias deben ir acompañadas de otras medidas complementarias para evitar los efectos no deseados de la reducción de las renovaciones de aire. Sobre todo, en el marco de las rehabilitaciones energéticas. Los efectos negativos derivados de estas intervenciones son condensaciones, moho, mala calidad del aire interior (niveles elevados de CO2, alta humedad) que afectan de forma clara a la salud de las personas (infecciones respiratorias, asma, dolor de cabeza, cansancio,). Para el estudio de esta problemática se ha analizado la influencia de la mejora de la hermeticidad de la envolvente y su relación con el nivel de CO2 en una vivienda de una planta entre medianeras sin sistema de ventilación mecánico a excepción de los extractores de accionamiento manual en baños y cocina. Se ha mejorado la hermeticidad del caso de estudio mediante el sellado de los conductos de ventilación o extracción, burletes o cintas para las carpinterías exteriores. Midiendo posteriormente los niveles resultantes de hermeticidad con el test Blowerdoor (UNE-EN ISO 9972:2019). Así como la monitorización de la calidad del aire interior: temperatura, humedad, CO2 en esas condiciones de mejora. Junto con el seguimiento de las pautas de comportamiento de los usuarios para establecer posibles relaciones entre los parámetros medidos y los patrones de comportamiento. Estos valores se han comparado con las mismas mediciones (test Blowerdoor y monitorización calidad del aire) antes del sellado de las penetraciones de la envolvente o de los huecos existentes. Como herramientas auxiliares se ha utilizado generadores de humo, anemómetro de hilo caliente y inspección termográfica para la localización de las infiltraciones. Esta última nos ha permitido protocolizar un sistema sencillo para la estimación del factor de temperatura superficial interior. Los resultados más relevantes demuestran la relación directa entre la hermeticidad de la envolvente y la calidad del aire. Así como la aparición de patologías derivadas de la insuficiente renovación del aire interior: condensaciones y formación de moho en zonas frías de los paramentos exteriores. Los resultados de este estudio reafirman la necesidad de afrontar la rehabilitación energética de los edificios desde un punto de vista holístico. Teniendo en cuenta que la reducción de las renovaciones incontroladas de aire debe ir acompañadas de sistemas que aseguren la ventilación de las viviendas de forma automática y sin dependencia del comportamiento del usuario. El grado de hermeticidad influye de forma clara en la calidad del aire interior, la salubridad y confort. La alta hermeticidad debería concebirse con sistemas de ventilación mecánica controlada con recuperador de calor.