La Giralda torre mayor de Sevilla, las torres de Carmona y otras torres campanarios del bajo Guadalquivir, modelo de caracterización, sistematización y niveles de conservación
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2015Unesco Subject/s
Abstract
Introducción: Conforme se establecía en los comienzos de la investigación, los principales objetivos de la misma, venían derivados de las primeras incógnitas planteadas, de las inquietudes quelas torres campanarios nos fueron creando como consecuencia del estado de conservación en el que por lo general se encontraban, las torres campanarios que venían interesándonos durante muchos años atrás. Torres que en el siglo XVIII habían poblado y conformado el perfil arquitectónico de numerosas poblaciones del Bajo Guadalquivir, parte del Levante español y otras muchas ciudades mediterráneas. El proceso de cristianización arquitectónica de sus remates, había sido determinante en no pocos casos. Conocedores de sus diferentes estados de conservación, de las dificultades económicas que han existido y existen para su adecuado mantenimiento, tanto por la Iglesia como por la Administración Local y Autonómica, es por ello, que nuestro primer objetivo se fundamentaría en generar un modelo capaz de facilitar el conocimiento de los estados de conservación, cualquiera que sea la unidad constructiva deteriorada, un instrumento que pretendíamos plantear rutinario, capaz de integrarse como una herramienta útil para el conocimiento reglado, en el proceso del mantenimiento de torres. Este proyecto, debería proporcionarnos las garantías suficientes para el inicio de sus puestas de nuevo en valor comopaso previo a sus proyectos de intervención y de mantenimiento. Otros objetivos fueron surgiendo, unos derivados del análisis de sus formas y otros de la vinculación que detectábamos tanto de riqueza arquitectónica, como sus ubicaciones estratégicas y los niveles sociales o económicos con los que cada torre estuvieron vinculadas en el S. XVIII. Verificar todos los resultados obtenidos, derivados de todas nuestras investigaciones y conocimientos técnicos con el área estadística de la matemática aplicada, le proporcionaría a la investigación, la reafirmación de todo el proceso, un nuevo y eficaz sustento de nuestra tesis. Para todo lo expuesto la investigación se había desarrollado siguiendo el orden que a continuación se puntualiza: 1_ La creación de un modelo de estudio de diagnosis de los estados de conservación. 2_ Propuestas de sus niveles de conservación. Caracterizaciones. 3_ El estudio del análisis de sus formas. 4_ El estudio de las riquezas arquitectónicas de las torres y las posibles localizaciones de éstas, su entorno social, político o económico. 5_ Estudio de la transversalidad tanto de sus niveles de conservación como el análisis de formas. 6_ Tratamiento estadístico de verificación. 7_ Aplicación de las torres. Cabe señalar que gran parte de las afirmaciones que posteriormente se vierten en este apartado de conclusiones, no solo vienen derivadas de las múltiples reflexiones realizadas, de las discusiones planteadas durante todo el proceso de la investigación, sino también de la aplicación directa del modelo propuesto en la tesis, que ha servido para poder valorar sus resultados, no sólo por el doctorando, sino por los tutores y por personas del mundo técnico relacionadas con la materia. Es por tanto que llegada la hora de sintetizar todo lo investigado, cuando de nuevo las preguntas surgían, nuevos caminos atisbábamos abiertos. Todo este extenso recorrido y sus múltiples discusiones, sus dudas y también por qué no sus concreciones, habían de reflejarse, habían de quedar escritas con la claridad suficiente, para que, si llegaba el momento, otros pudieran retomar las ideas vertidas, tal vez seguirlas o al menos pudieran ser útiles en alguna ocasión para intentar aportar en el conocimiento. Conclusiones finales: Como objetivo de esta primera parte de la tesis, trataríamos de definir y caracterizar todas y cada una de las posibles unidades constructivas y arquitectónicas que engloban las torres propuestas para la investigación. Para ello y en primer lugar, diseñamos un modelo conducente para este fin. Proponíamos que fuera la Giralda de Sevilla, como elemento nuclear y origen donde comenzar el trabajo y sus primeros desarrollos. La Giralda, torre mayor de Sevilla, sería por tanto el símbolo de símbolos, el modelo de modelos. De esta manera entendíamos que imprimíamos al proyecto un comienzo sólido, eficaz y eficiente. A continuación y apoyados en la investigación sobre las torres de la milenaria ciudad de Carmona, garantizábamos la riqueza y diversidad tanto de las torres arquitectónicas, como de los distintos tipos de modelos constructivos. Eran pues, ambos, unos caminos de absoluta fiabilidad y de amplio espectro, donde alimentar nuestra tesis. El modelo que se proponía albergaba las siguientes cualificaciones: 1_Una estructura del modelo basado en una tipología arborescente jerarquizada, que nos permitía ordenar, definir y localizar con claridad las distintas unidades constructivas que conformaban las torres propuestas para la investigación. 2_El modelo aportaría un código alfanumérico, para cada unidad constructiva caracterizada. Dicho código, poseía la capacidad de ser un localizador eficaz y de inmediata lectura, favorecido todo esto, tanto por sus índices como por sus códigos identificativos. El carácter jerárquico y de rango empleado: cuerpo, subcuerpo, disposición, unidad y material, le confería una sistemática de lenguaje fácil y comprensible en el campo de lo técnico, lo constructivo y lo arquitectónico. Conclusión primera: Derivada del proceso de la estructuración del modelo para el estudio y la diagnosis de los estados de conservación de las Torres Campanario del Bajo Guadalquivir en el S. XVIII. La Giralda Torre Mayor de Sevilla, Las Torres de Carmona y otras Torres Campanarios del Bajo Guadalquivir Resumen Por último indicar, que tras el amplio trabajo desarrollado en cuanto a la caracterización de todas las unidades constructivas pertenecientes a las torres de la investigación, se consiguieron desarrollar un total de 80 unidades distintas. Estas unidades conformaron y caracterizaron al modelo. Para ello habíamos investigado con rigor y profundidad 32 cuerpos, 397 unidades tanto de la Giralda de Sevilla como de las siete torres campanario de la ciudad de Carmona. Carmona había sido y es, conjunto ejemplar en este campo de la arquitectura religiosa de Bajo Guadalquivir Andaluz. 3_ Como complemento de esta primera parte de la tesis y como nueva conclusión parcial, podíamos significar que la investigación nos aportaba practicamente al 33% de las unidades constructivas caracterizadas se encontraban asociadas a elementos estructurales de las torres, el 50% a elementos ornamentales y el 17% a elementos singulares. Es decir, prácticamente el 70% de las unidades propuestas en el modelo se encontraban vinculadas a elementos que caracterizaban a las torres, a sus ornamentos, a sus imágenes, a sus símbolos. Por tanto, el 30% lo eran sus elementos estructurales. Este orden no era necesariamente representativo de la magnitud de cada unidad, pero si, de su riquezas y singularidades arquitectónicas. Sus símbolos por lo general sobrios y árabes en su estructura y cristianos en su música y en sus ropajes. 4_ Podríamos también concluir y verificar del modelo propuesto: - La capacidad de ordenar y desarrollar por cuerpos, subcuerpos y grupos, las unidades constructivas investigadas. - Permitir el conocimiento de cada cuerpo y subcuerpo con independencia de los demás. - Facilitar los análisis comparativos, sus analogías y discrepancias. - Favorecer por tanto, la investigación en los análisis de transversalidad. - Caracterizar correctamente el modelo, determinando sus rasgos más distintivos y facilitando su discusión y reflexión al mismo. - Favorecer el principio de extrapolación de todas las unidades del mismo, tanto en el proceso de aplicación como en el desarrollo de las diversas fases de la metodología. - Manifestar su correcta eficacia, fundamentalmente en la simplicidad y fiabilidad del modelo propuesto. - Abordar con mayores garantías el desarrollo posterior del proyecto, de las obras y del abono de éstas con mayor claridad y trasparencia que con el empleo de los sistemas tradicionales. Dos elementos clave tratábamos de desarrollar en esta parte de la investigación: 1. Basados en los datos extraídos de las unidades ya caracterizadas de cada cuerpo de las torres, se plantea agregar los niveles de conservación. Es aquí donde se basa la aportación a la tesis de este apartado. Para ello habíamos realizado una minuciosa descripción de cada uno de los cuatro niveles de conservación que se proponían. Esta propuesta se realiza tras un análisis profundo de los estados patológicos diferentes de cada unidad constructiva y sus distintos estados de conservación. Todo este trabajo se había realizado para todas las torres de la tesis, cada uno de sus cuerpos, subcuerpos, ya fueran elementos estructurales, ornamentales o singulares. 2. Esta situación nos aportó un amplio abanico de opciones, un total al menos de 320 sobre el estado de conservación y patológico de las 80 unidades caracterizadas en la fase primera de la tesis. Tras la determinación de los niveles de conservación de todas las unidades de las torres investigadas, podemos deducir: Conclusión segunda: Derivada de la propuesta para el estudio de los niveles de conservación de las unidades constructivas y caracterizada para las torres de la tesis. Conclusiones parciales acerca de los estado de conservación. La Giralda Torre Mayor de Sevilla, Las Torres de Carmona y otras Torres Campanarios del Bajo Guadalquivir Resumen - Que eran los elementos ornamentales y singulares de las torres aquellos donde se concentraban los niveles de mayor afección, niveles 3 y 4. Así en dichos niveles, altos y de riesgos para los elementos ornamentales, existían un total del 42% de las unidades. El 41% se verificaron en los elementos singulares. Ambas afecciones se detectaban en mayor medida en los cuerpos altos de las torres y más significativamente en los elementos salientes o más expuestos, y en aquellos de difícil accesibilidad. Columnas, balaustradas, remates o azulejería, eran elementos a considerar como de riesgo. - Que por cuanto se refiere a los elementos estructurales, salvo excepciones puntuales, sus niveles de afección no se concentraban en niveles tipo 4. Así su mayor concentración se hallaba en niveles bajo o medio 1 y 2, en un porcentaje del 60%. Eran los elementos estructurales de menor riesgo, horizontales o inclinados, los más afectados. Así las zonas de cubiertas en cuerpo de campanas, zona de apoyo de éstas, azoteas y escaleras interiores, eran los característicos de este apartado. Como resumen y en términos generales de lo expuesto podríamos afirmar: · Que en general, las torres investigadas(...)
Introducción: Conforme se establecía en los comienzos de la investigación, los principales objetivos de la misma, venían derivados de las primeras incógnitas planteadas, de las inquietudes quelas torres campanarios nos fueron creando como consecuencia del estado de conservación en el que por lo general se encontraban, las torres campanarios que venían interesándonos durante muchos años atrás. Torres que en el siglo XVIII habían poblado y conformado el perfil arquitectónico de numerosas poblaciones del Bajo Guadalquivir, parte del Levante español y otras muchas ciudades mediterráneas. El proceso de cristianización arquitectónica de sus remates, había sido determinante en no pocos casos. Conocedores de sus diferentes estados de conservación, de las dificultades económicas que han existido y existen para su adecuado mantenimiento, tanto por la Iglesia como por la Administración Local y Autonómica, es por ello, que nuestro primer objetivo se fundamentaría en generar un modelo capaz de facilitar el conocimiento de los estados de conservación, cualquiera que sea la unidad constructiva deteriorada, un instrumento que pretendíamos plantear rutinario, capaz de integrarse como una herramienta útil para el conocimiento reglado, en el proceso del mantenimiento de torres. Este proyecto, debería proporcionarnos las garantías suficientes para el inicio de sus puestas de nuevo en valor comopaso previo a sus proyectos de intervención y de mantenimiento. Otros objetivos fueron surgiendo, unos derivados del análisis de sus formas y otros de la vinculación que detectábamos tanto de riqueza arquitectónica, como sus ubicaciones estratégicas y los niveles sociales o económicos con los que cada torre estuvieron vinculadas en el S. XVIII. Verificar todos los resultados obtenidos, derivados de todas nuestras investigaciones y conocimientos técnicos con el área estadística de la matemática aplicada, le proporcionaría a la investigación, la reafirmación de todo el proceso, un nuevo y eficaz sustento de nuestra tesis. Para todo lo expuesto la investigación se había desarrollado siguiendo el orden que a continuación se puntualiza: 1_ La creación de un modelo de estudio de diagnosis de los estados de conservación. 2_ Propuestas de sus niveles de conservación. Caracterizaciones. 3_ El estudio del análisis de sus formas. 4_ El estudio de las riquezas arquitectónicas de las torres y las posibles localizaciones de éstas, su entorno social, político o económico. 5_ Estudio de la transversalidad tanto de sus niveles de conservación como el análisis de formas. 6_ Tratamiento estadístico de verificación. 7_ Aplicación de las torres. Cabe señalar que gran parte de las afirmaciones que posteriormente se vierten en este apartado de conclusiones, no solo vienen derivadas de las múltiples reflexiones realizadas, de las discusiones planteadas durante todo el proceso de la investigación, sino también de la aplicación directa del modelo propuesto en la tesis, que ha servido para poder valorar sus resultados, no sólo por el doctorando, sino por los tutores y por personas del mundo técnico relacionadas con la materia. Es por tanto que llegada la hora de sintetizar todo lo investigado, cuando de nuevo las preguntas surgían, nuevos caminos atisbábamos abiertos. Todo este extenso recorrido y sus múltiples discusiones, sus dudas y también por qué no sus concreciones, habían de reflejarse, habían de quedar escritas con la claridad suficiente, para que, si llegaba el momento, otros pudieran retomar las ideas vertidas, tal vez seguirlas o al menos pudieran ser útiles en alguna ocasión para intentar aportar en el conocimiento. Conclusiones finales: Como objetivo de esta primera parte de la tesis, trataríamos de definir y caracterizar todas y cada una de las posibles unidades constructivas y arquitectónicas que engloban las torres propuestas para la investigación. Para ello y en primer lugar, diseñamos un modelo conducente para este fin. Proponíamos que fuera la Giralda de Sevilla, como elemento nuclear y origen donde comenzar el trabajo y sus primeros desarrollos. La Giralda, torre mayor de Sevilla, sería por tanto el símbolo de símbolos, el modelo de modelos. De esta manera entendíamos que imprimíamos al proyecto un comienzo sólido, eficaz y eficiente. A continuación y apoyados en la investigación sobre las torres de la milenaria ciudad de Carmona, garantizábamos la riqueza y diversidad tanto de las torres arquitectónicas, como de los distintos tipos de modelos constructivos. Eran pues, ambos, unos caminos de absoluta fiabilidad y de amplio espectro, donde alimentar nuestra tesis. El modelo que se proponía albergaba las siguientes cualificaciones: 1_Una estructura del modelo basado en una tipología arborescente jerarquizada, que nos permitía ordenar, definir y localizar con claridad las distintas unidades constructivas que conformaban las torres propuestas para la investigación. 2_El modelo aportaría un código alfanumérico, para cada unidad constructiva caracterizada. Dicho código, poseía la capacidad de ser un localizador eficaz y de inmediata lectura, favorecido todo esto, tanto por sus índices como por sus códigos identificativos. El carácter jerárquico y de rango empleado: cuerpo, subcuerpo, disposición, unidad y material, le confería una sistemática de lenguaje fácil y comprensible en el campo de lo técnico, lo constructivo y lo arquitectónico. Conclusión primera: Derivada del proceso de la estructuración del modelo para el estudio y la diagnosis de los estados de conservación de las Torres Campanario del Bajo Guadalquivir en el S. XVIII. La Giralda Torre Mayor de Sevilla, Las Torres de Carmona y otras Torres Campanarios del Bajo Guadalquivir Resumen Por último indicar, que tras el amplio trabajo desarrollado en cuanto a la caracterización de todas las unidades constructivas pertenecientes a las torres de la investigación, se consiguieron desarrollar un total de 80 unidades distintas. Estas unidades conformaron y caracterizaron al modelo. Para ello habíamos investigado con rigor y profundidad 32 cuerpos, 397 unidades tanto de la Giralda de Sevilla como de las siete torres campanario de la ciudad de Carmona. Carmona había sido y es, conjunto ejemplar en este campo de la arquitectura religiosa de Bajo Guadalquivir Andaluz. 3_ Como complemento de esta primera parte de la tesis y como nueva conclusión parcial, podíamos significar que la investigación nos aportaba practicamente al 33% de las unidades constructivas caracterizadas se encontraban asociadas a elementos estructurales de las torres, el 50% a elementos ornamentales y el 17% a elementos singulares. Es decir, prácticamente el 70% de las unidades propuestas en el modelo se encontraban vinculadas a elementos que caracterizaban a las torres, a sus ornamentos, a sus imágenes, a sus símbolos. Por tanto, el 30% lo eran sus elementos estructurales. Este orden no era necesariamente representativo de la magnitud de cada unidad, pero si, de su riquezas y singularidades arquitectónicas. Sus símbolos por lo general sobrios y árabes en su estructura y cristianos en su música y en sus ropajes. 4_ Podríamos también concluir y verificar del modelo propuesto: - La capacidad de ordenar y desarrollar por cuerpos, subcuerpos y grupos, las unidades constructivas investigadas. - Permitir el conocimiento de cada cuerpo y subcuerpo con independencia de los demás. - Facilitar los análisis comparativos, sus analogías y discrepancias. - Favorecer por tanto, la investigación en los análisis de transversalidad. - Caracterizar correctamente el modelo, determinando sus rasgos más distintivos y facilitando su discusión y reflexión al mismo. - Favorecer el principio de extrapolación de todas las unidades del mismo, tanto en el proceso de aplicación como en el desarrollo de las diversas fases de la metodología. - Manifestar su correcta eficacia, fundamentalmente en la simplicidad y fiabilidad del modelo propuesto. - Abordar con mayores garantías el desarrollo posterior del proyecto, de las obras y del abono de éstas con mayor claridad y trasparencia que con el empleo de los sistemas tradicionales. Dos elementos clave tratábamos de desarrollar en esta parte de la investigación: 1. Basados en los datos extraídos de las unidades ya caracterizadas de cada cuerpo de las torres, se plantea agregar los niveles de conservación. Es aquí donde se basa la aportación a la tesis de este apartado. Para ello habíamos realizado una minuciosa descripción de cada uno de los cuatro niveles de conservación que se proponían. Esta propuesta se realiza tras un análisis profundo de los estados patológicos diferentes de cada unidad constructiva y sus distintos estados de conservación. Todo este trabajo se había realizado para todas las torres de la tesis, cada uno de sus cuerpos, subcuerpos, ya fueran elementos estructurales, ornamentales o singulares. 2. Esta situación nos aportó un amplio abanico de opciones, un total al menos de 320 sobre el estado de conservación y patológico de las 80 unidades caracterizadas en la fase primera de la tesis. Tras la determinación de los niveles de conservación de todas las unidades de las torres investigadas, podemos deducir: Conclusión segunda: Derivada de la propuesta para el estudio de los niveles de conservación de las unidades constructivas y caracterizada para las torres de la tesis. Conclusiones parciales acerca de los estado de conservación. La Giralda Torre Mayor de Sevilla, Las Torres de Carmona y otras Torres Campanarios del Bajo Guadalquivir Resumen - Que eran los elementos ornamentales y singulares de las torres aquellos donde se concentraban los niveles de mayor afección, niveles 3 y 4. Así en dichos niveles, altos y de riesgos para los elementos ornamentales, existían un total del 42% de las unidades. El 41% se verificaron en los elementos singulares. Ambas afecciones se detectaban en mayor medida en los cuerpos altos de las torres y más significativamente en los elementos salientes o más expuestos, y en aquellos de difícil accesibilidad. Columnas, balaustradas, remates o azulejería, eran elementos a considerar como de riesgo. - Que por cuanto se refiere a los elementos estructurales, salvo excepciones puntuales, sus niveles de afección no se concentraban en niveles tipo 4. Así su mayor concentración se hallaba en niveles bajo o medio 1 y 2, en un porcentaje del 60%. Eran los elementos estructurales de menor riesgo, horizontales o inclinados, los más afectados. Así las zonas de cubiertas en cuerpo de campanas, zona de apoyo de éstas, azoteas y escaleras interiores, eran los característicos de este apartado. Como resumen y en términos generales de lo expuesto podríamos afirmar: · Que en general, las torres investigadas(...)