Análisis y cuantificación del coste de la energía de los equipos de obra durante la ejecución de las edificaciones. Propuesta de reducción mediante la utilización de energías renovables
Metadata
Show full item recordAuthor
Advisor
Date
2016Subject/s
Unesco Subject/s
3305.90 Transmisión de Calor en la Edificación
2213.10 Relaciones Termodinámicas
3303.06 Tecnología de la Combustión
3308.04 Ingeniería de la Contaminación
3310.07 Estudio de Tiempos y Movimientos
3313.13 Motores de Combustión Interna (General)
3313.12 Equipo y Maquinaria Industrial
3317.03 Autobuses, Camiones y Remolques
Abstract
De todos es conocido que el sector de la construcción se encuentra en estos momentos en plena crisis económica y no desde hace poco tiempo. Desde principio del 2007 se inició esta situación que hoy en día continua si cabe con mayor intensidad en los países europeos como son Portugal, Grecia, Italia y sobretodo en España, caso que nos ocupa y preocupa notablemente. Numerosos estudiosos, economistas, financieros, empresarios y políticos coinciden en diagnosticar que el problema procede de los sectores de la banca y del inmobiliario fundamentalmente, los cuales han arrastrado por sinergias al resto de sectores. Pero también sabemos que desde nuestro sector, el de ciencia tecnológica poco podemos influenciar en el sector bancario y de las finanzas, pues este está reservado a los especialistas que de ello se ocupan a diario. No obstante en el campo tecnológico, no solo podemos, sino que debemos intervenir para desde cualquier ámbito favorecer que la tecnología ayude a salir de esta crisis. Una de las mejores formas será, mejorar la competitividad de las empresas mediante los procesos productivos y por ende la disminución de sus costes de producción. En el sector de la construcción, el beneficio y con ello el éxito económico de una obra pasa por la correcta gestión de la maquinaria y medios auxiliares, esto es, de los equipos de obra empleados. La mecanización del trabajo en cualquier obra civil o de edificación es totalmente necesaria desde la perspectiva técnica, económica, humana e incluso jurídica. Las máquinas, que nacieron con el propósito de liberar al hombre de los trabajos más penosos, se han convertido en herramientas para producir más, más barato y con mejor calidad, lo que implica la mejora en la eficacia y eficiencia de los mismos. Determinadas unidades de obra no son factibles sin el uso de la maquinaria, tales como las inyecciones, el pilotaje, los dragados, cimentaciones por aire comprimido, etc. En otros casos, la realización manual de hormigones, compactaciones de tierras, etc., no podría satisfacer las elevadas exigencias de los pliegos de condiciones técnicas vigentes. Los costes de producción; esto es, los costes de ejecución se pueden reducir interviniendo sobre los denominados costes de operación, ya sea sobre los directos o indirectos. Uno de ellos el del consumo energético se engloba dentro de los directos y más concretamente en los variables. En resumen, podríamos definir los costes de operación como la valoración monetaria de los gastos incurridos y aplicados en la obtención de un bien. Incluye el costo de los materiales, mano de obra y los gastos indirectos de fabricación cargados a los trabajos en su proceso, referido sobre la maquinaria y/o medios auxiliares que necesariamente se tengan que utilizar para su consecución. Se entienden como el valor de los insumos que requieren las unidades económicas para realizar su producción de bienes y servicios; se consideran aquí los pagos a los factores de la producción: al capital, constituido por los pagos al empresario (intereses, utilidades, etc.), al trabajo, pagos de sueldos, salarios y prestaciones a obreros y empleados así como también los bienes y servicios consumidos en el proceso productivo (materias primas, combustibles, energía eléctrica, servicios, etc.). DESARROLLO TEÓRICO Para llevar a cabo la valoración de la energía que se consume durante el proceso constructivo de un edificio y consecuentemente, los costes derivados de ello, es necesario analizar aspectos más concretos, como son los grupos de consumo que se pueden dar en la obra y no en taller ni durante su transporte a la misma. Es habitual, que en este proceso no se utilicen fuentes de energía renovables. No por falta de interés, sino por sinergias que surgen en este sector y concretamente de su modelo productivo. Tampoco se van a valorar en este trabajo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se derivan de los consumos energéticos, pues no es uno de los indicadores que se van a utilizar en este trabajo. Entre los motivos, más importante se encuentra el que la finalidad es la de calcular los consumos y sus costes, bien sean normalizados, porcentuales y referenciados. Además existen muchos trabajos de investigación en arquitectura e ingeniería civil centrados en la evaluación de la carga ambiental. Estudios basados en que la deducción que se efectúa de las emisiones de CO2 a partir del consumo energético, depende de la distribución de fuentes del sistema energético de cada país. El método de cálculo se basa en la agregación sistemática de resultados preexistentes respecto de componentes materiales y procesos constructivos en edificaciones elementales, semejantes al estudio de un presupuesto convencional de proyecto constructivo. De esta manera, se consigue un mayor control de los resultados finales, además de la clarividencia en el entendimiento de los factores explicativos que determinan los procesos totales. Por todo ello, es crucial definir el método para demostrar el modelo de estudio y consecuentemente la veracidad y aceptación de los resultados concluyentes, tras el estudio realizado. La manera de enfocar el problema, los distintos supuestos y el fin último, hacen que se deba concretar y acertar en una u otra metodología . Investigación cualitativa: modos de cuestionamiento sistemático enfocados a entender a los seres humanos y a la naturaleza de sus interacciones con ellos mismos y el entorno. Son procesos de descubrimiento, donde la observación, descripción, reflexión y generalización inductiva, puede hacer verdadero la solución al problema, respuesta a la cuestión o explicación del fenómeno. Consiste en el contraste de teorías ya existentes a partir de una serie de hipótesis surgidas de la misma, siendo necesario obtener una muestra, ya sea en forma aleatoria o discriminada, pero representativa de una población o fenómeno objeto del estudio. Por lo tanto, para realizar estudios cuantitativos es indispensable contar con una teoría ya construida, dado que el método científico utilizado en la misma es el deductivo. Investigación cuantitativa: tiende a traducir sus observaciones en cifras y estos valores numéricos proceden de conteo o recuento, medida, o de constatación del orden interno, permitiendo descubrir, verificar o identificar relaciones simétricas o no entre conceptos que derivan de un esquema teórico elaborado de acuerdo con los criterios que rige cada una de las situaciones sociales del ámbito científico o universitario, que interese estudiar. En este caso, se refiere al proceso de justificación–confirmación, donde la comprobación del fundamento de una hipótesis por medio de un procedimiento es susceptible de ser reproducido. Se basa en la promulgación o generación de una teoría a partir de una serie de proposiciones extraídas de un cuerpo teórico que servirá de punto de partida al investigador, para lo cual no es necesario extraer una muestra representativa, sino una muestra teórica conformada por uno o más casos . Debido a que la realidad científica es muy compleja, no tiene por que ser estudiada exclusivamente por una u otra metodología, sino que se requiere una integración entre ambas o incluso caben diferentes opciones bien sobre la lógica de la distinción o de la integración. Desde el punto de vista de algunos estudiosos de la metodología científica, determinan que existe una diferenciación jerárquica, es decir, que una de las metodologías ya sea la cuantitativa o la cualitativa es válida para el estudio, y la otra se considera como auxiliar. Para otros, se valora por igual las posibilidades de cada metodología, respetando sus respectivas aportaciones. Desde el punto de vista de presuposiciones epistemológicas, la metodología cuantitativa es la idónea, siempre y cuando se pretenda conocer los hechos reales tal y como se dan objetivamente, tratando de señalar sus características comunes con otros hechos de iguales casuísticas. Si el investigador pretende descubrir las uniformidades existentes entre los procesos estudiados, utilizando los números, tablas y tests estadísticos, el estilo de investigación a utilizar será el cuantitativo. Cuando la investigación se centra en el estudio de fenómenos sociales en el propio entorno en el que ocurren o en el de la costumbre o uso establecido, pretendiendo conocer cómo se crea la estructura básica de la experiencia y para ello se usa fundamentalmente el lenguaje, el método más adecuado es la metodología cualitativa . Otras teorías indican que las metodologías cualitativas se aplican cuando se generan teorías, a partir de una serie de observaciones de la realidad objeto del estudio, mediante la aplicación del método inductivo, “en la práctica es difícil ignorar la teoría acumulada, ya que ésta es importante antes de comenzar el proceso de investigación; es decir, el primer conocimiento común ganado a través del proceso de socialización, inevitablemente influirá en la formulación de las hipótesis por parte del investigador. El investigador debe abstenerse de la apropiación no crítica de ésta reserva de ideas” y consecuentemente, “comenzar sin nada o con una absoluta limpieza del estado teórico no es ni práctico, ni preferido”. Pero el proceso de generalizar a partir del estudio de casos aislados, no se puede transferir en una “generalización estadística”, esto es, desde una muestra o grupo de sujetos hasta un universo, tal y como se da en las encuestas o en los ensayos científicos. Por ello el utilizar el estudio de casos únicos o múltiples para convertirla en una teoría, trata de una “generalización analítica” . No obstante cabe destacar que las conclusiones deducidas del estudio de un caso en concreto pueden generalizarse a otros bajo condiciones teóricas similares, lo que redunda en la demostración de que los estudios de casos con multiplicidad refuerzan estas generalizaciones analíticas al diseñar evidencia corroborada a partir de dos o más casos. Consecuentemente, la generalización de los estudios cualitativos no radica en una muestra probabilística extraída de una población a la que se pueda extender los resultados, sino en el desarrollo de una teoría que puede ser transferida a otros casos, basándose en último término, la fiabilidad de los resultados, en la calidad del procedimiento de la investigación efectuada. Por todo lo expuesto hasta aquí en este capítulo, conviene destacar la trascendencia que tiene el diseño apropiado de los procesos en este trabajo.
De todos es conocido que el sector de la construcción se encuentra en estos momentos en plena crisis económica y no desde hace poco tiempo. Desde principio del 2007 se inició esta situación que hoy en día continua si cabe con mayor intensidad en los países europeos como son Portugal, Grecia, Italia y sobretodo en España, caso que nos ocupa y preocupa notablemente. Numerosos estudiosos, economistas, financieros, empresarios y políticos coinciden en diagnosticar que el problema procede de los sectores de la banca y del inmobiliario fundamentalmente, los cuales han arrastrado por sinergias al resto de sectores. Pero también sabemos que desde nuestro sector, el de ciencia tecnológica poco podemos influenciar en el sector bancario y de las finanzas, pues este está reservado a los especialistas que de ello se ocupan a diario. No obstante en el campo tecnológico, no solo podemos, sino que debemos intervenir para desde cualquier ámbito favorecer que la tecnología ayude a salir de esta crisis. Una de las mejores formas será, mejorar la competitividad de las empresas mediante los procesos productivos y por ende la disminución de sus costes de producción. En el sector de la construcción, el beneficio y con ello el éxito económico de una obra pasa por la correcta gestión de la maquinaria y medios auxiliares, esto es, de los equipos de obra empleados. La mecanización del trabajo en cualquier obra civil o de edificación es totalmente necesaria desde la perspectiva técnica, económica, humana e incluso jurídica. Las máquinas, que nacieron con el propósito de liberar al hombre de los trabajos más penosos, se han convertido en herramientas para producir más, más barato y con mejor calidad, lo que implica la mejora en la eficacia y eficiencia de los mismos. Determinadas unidades de obra no son factibles sin el uso de la maquinaria, tales como las inyecciones, el pilotaje, los dragados, cimentaciones por aire comprimido, etc. En otros casos, la realización manual de hormigones, compactaciones de tierras, etc., no podría satisfacer las elevadas exigencias de los pliegos de condiciones técnicas vigentes. Los costes de producción; esto es, los costes de ejecución se pueden reducir interviniendo sobre los denominados costes de operación, ya sea sobre los directos o indirectos. Uno de ellos el del consumo energético se engloba dentro de los directos y más concretamente en los variables. En resumen, podríamos definir los costes de operación como la valoración monetaria de los gastos incurridos y aplicados en la obtención de un bien. Incluye el costo de los materiales, mano de obra y los gastos indirectos de fabricación cargados a los trabajos en su proceso, referido sobre la maquinaria y/o medios auxiliares que necesariamente se tengan que utilizar para su consecución. Se entienden como el valor de los insumos que requieren las unidades económicas para realizar su producción de bienes y servicios; se consideran aquí los pagos a los factores de la producción: al capital, constituido por los pagos al empresario (intereses, utilidades, etc.), al trabajo, pagos de sueldos, salarios y prestaciones a obreros y empleados así como también los bienes y servicios consumidos en el proceso productivo (materias primas, combustibles, energía eléctrica, servicios, etc.). DESARROLLO TEÓRICO Para llevar a cabo la valoración de la energía que se consume durante el proceso constructivo de un edificio y consecuentemente, los costes derivados de ello, es necesario analizar aspectos más concretos, como son los grupos de consumo que se pueden dar en la obra y no en taller ni durante su transporte a la misma. Es habitual, que en este proceso no se utilicen fuentes de energía renovables. No por falta de interés, sino por sinergias que surgen en este sector y concretamente de su modelo productivo. Tampoco se van a valorar en este trabajo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se derivan de los consumos energéticos, pues no es uno de los indicadores que se van a utilizar en este trabajo. Entre los motivos, más importante se encuentra el que la finalidad es la de calcular los consumos y sus costes, bien sean normalizados, porcentuales y referenciados. Además existen muchos trabajos de investigación en arquitectura e ingeniería civil centrados en la evaluación de la carga ambiental. Estudios basados en que la deducción que se efectúa de las emisiones de CO2 a partir del consumo energético, depende de la distribución de fuentes del sistema energético de cada país. El método de cálculo se basa en la agregación sistemática de resultados preexistentes respecto de componentes materiales y procesos constructivos en edificaciones elementales, semejantes al estudio de un presupuesto convencional de proyecto constructivo. De esta manera, se consigue un mayor control de los resultados finales, además de la clarividencia en el entendimiento de los factores explicativos que determinan los procesos totales. Por todo ello, es crucial definir el método para demostrar el modelo de estudio y consecuentemente la veracidad y aceptación de los resultados concluyentes, tras el estudio realizado. La manera de enfocar el problema, los distintos supuestos y el fin último, hacen que se deba concretar y acertar en una u otra metodología . Investigación cualitativa: modos de cuestionamiento sistemático enfocados a entender a los seres humanos y a la naturaleza de sus interacciones con ellos mismos y el entorno. Son procesos de descubrimiento, donde la observación, descripción, reflexión y generalización inductiva, puede hacer verdadero la solución al problema, respuesta a la cuestión o explicación del fenómeno. Consiste en el contraste de teorías ya existentes a partir de una serie de hipótesis surgidas de la misma, siendo necesario obtener una muestra, ya sea en forma aleatoria o discriminada, pero representativa de una población o fenómeno objeto del estudio. Por lo tanto, para realizar estudios cuantitativos es indispensable contar con una teoría ya construida, dado que el método científico utilizado en la misma es el deductivo. Investigación cuantitativa: tiende a traducir sus observaciones en cifras y estos valores numéricos proceden de conteo o recuento, medida, o de constatación del orden interno, permitiendo descubrir, verificar o identificar relaciones simétricas o no entre conceptos que derivan de un esquema teórico elaborado de acuerdo con los criterios que rige cada una de las situaciones sociales del ámbito científico o universitario, que interese estudiar. En este caso, se refiere al proceso de justificación–confirmación, donde la comprobación del fundamento de una hipótesis por medio de un procedimiento es susceptible de ser reproducido. Se basa en la promulgación o generación de una teoría a partir de una serie de proposiciones extraídas de un cuerpo teórico que servirá de punto de partida al investigador, para lo cual no es necesario extraer una muestra representativa, sino una muestra teórica conformada por uno o más casos . Debido a que la realidad científica es muy compleja, no tiene por que ser estudiada exclusivamente por una u otra metodología, sino que se requiere una integración entre ambas o incluso caben diferentes opciones bien sobre la lógica de la distinción o de la integración. Desde el punto de vista de algunos estudiosos de la metodología científica, determinan que existe una diferenciación jerárquica, es decir, que una de las metodologías ya sea la cuantitativa o la cualitativa es válida para el estudio, y la otra se considera como auxiliar. Para otros, se valora por igual las posibilidades de cada metodología, respetando sus respectivas aportaciones. Desde el punto de vista de presuposiciones epistemológicas, la metodología cuantitativa es la idónea, siempre y cuando se pretenda conocer los hechos reales tal y como se dan objetivamente, tratando de señalar sus características comunes con otros hechos de iguales casuísticas. Si el investigador pretende descubrir las uniformidades existentes entre los procesos estudiados, utilizando los números, tablas y tests estadísticos, el estilo de investigación a utilizar será el cuantitativo. Cuando la investigación se centra en el estudio de fenómenos sociales en el propio entorno en el que ocurren o en el de la costumbre o uso establecido, pretendiendo conocer cómo se crea la estructura básica de la experiencia y para ello se usa fundamentalmente el lenguaje, el método más adecuado es la metodología cualitativa . Otras teorías indican que las metodologías cualitativas se aplican cuando se generan teorías, a partir de una serie de observaciones de la realidad objeto del estudio, mediante la aplicación del método inductivo, “en la práctica es difícil ignorar la teoría acumulada, ya que ésta es importante antes de comenzar el proceso de investigación; es decir, el primer conocimiento común ganado a través del proceso de socialización, inevitablemente influirá en la formulación de las hipótesis por parte del investigador. El investigador debe abstenerse de la apropiación no crítica de ésta reserva de ideas” y consecuentemente, “comenzar sin nada o con una absoluta limpieza del estado teórico no es ni práctico, ni preferido”. Pero el proceso de generalizar a partir del estudio de casos aislados, no se puede transferir en una “generalización estadística”, esto es, desde una muestra o grupo de sujetos hasta un universo, tal y como se da en las encuestas o en los ensayos científicos. Por ello el utilizar el estudio de casos únicos o múltiples para convertirla en una teoría, trata de una “generalización analítica” . No obstante cabe destacar que las conclusiones deducidas del estudio de un caso en concreto pueden generalizarse a otros bajo condiciones teóricas similares, lo que redunda en la demostración de que los estudios de casos con multiplicidad refuerzan estas generalizaciones analíticas al diseñar evidencia corroborada a partir de dos o más casos. Consecuentemente, la generalización de los estudios cualitativos no radica en una muestra probabilística extraída de una población a la que se pueda extender los resultados, sino en el desarrollo de una teoría que puede ser transferida a otros casos, basándose en último término, la fiabilidad de los resultados, en la calidad del procedimiento de la investigación efectuada. Por todo lo expuesto hasta aquí en este capítulo, conviene destacar la trascendencia que tiene el diseño apropiado de los procesos en este trabajo.